Este escalofriante paisaje de plasma incandescente suspendido en campos magnéticos retorcidos y en bucle se extiende por el horizonte oriental del Sol.
Captada el 16 de septiembre mediante un telescopio doméstico con un filtro de banda estrecha de la luz procedente del hidrógeno ionizado, la escena revela una protuberancia gigantesca que se levanta por encima del limbo solar. El muro de plasma magnetizado, de unos 600.000 kilómetros de diámetro, empequeñecería los mundos del Sistema Solar. El gigante gaseoso Júpiter puede presumir de un diámetro de tan sólo 143.000 kilómetros, mientras que el diámetro de la Tierra tiene menos de 13.000 kilómetros. La enorme estructura, conocida como una protuberancia seto por su aspecto, está lejos de ser estable; además, las grandes protuberancias solares de este tipo a menudo entran en erupción.
Imagen astronómica del día gracias a observatorio.info