Gracias a la observación de Rosetta los científicos han comprobado algo que sospechaban desde hace tiempo: Los cometas tienen un ciclo de Hielo-Agua.
El 2014 fue un año histórico. Logramos aterrizar en un cometa. Muchas cosas pasaron desde entonces. El Philae cayó en un profundo sueño debido a que cayó en un área con poca luz solar, luego despertó hace un par de meses para seguir con su trabajo analizando el cometa 67P.
Lo que se mantuvo constante fue el Rosseta orbitando alrededor del cometa, recolectando datos y esperando a que el Philae despertara. Durante esta recolección de datos, los científicos encontraron evidencia de algo que sospechaban desde hace bastante tiempo: El cometa 67P tiene un ciclo activo de Hielo – Agua que lo mantiene «vivo».
Se encontró evidencia de un mecanismo presente en el cometa 67P, que posiblemente se encuentre en otros cometas, que repone el hielo de la superficie del cometa en cada rotación. La existencia de este mecanismo se sospechaba desde hacía bastante tiempo, pero hasta ahora no habían logrado tener evidencia observacional del mismo.
Todos los cuerpos de nuestro sistema solar tienen un ciclo Día – Noche. Por ejemplo, el de la tierra dura aproximadamente 24 horas, que es el tiempo en el que se completa una rotación. En el caso del cometa 67P este ciclo ocurre en tan solo 12 horas.
Analizando datos del Espectrómetro de Imágenes Térmicas, de luz Visible e infrarrojo (VIRTIS) descubrieron que justo debajo de la superficie, el hielo y el agua se subliman durante el día, haciendo que el gas escape al espacio. Durante la noche, la superficie se enfría rápidamente, sin embargo, las capas subyacentes han recolectado suficiente calor para que todo el hielo presente en la subsuperficie continúe sublimándose, haciendo que el gas pase a través de las capas porosas del cometa hasta su superficie donde se congela inmediatamente formando una delgada capa de hielo. Cuando la rotación se completa y vuelve el día, el ciclo empieza nuevamente.
Basándose en los datos, los científicos fueron capaces de estimar la abundancia relativa de hielo de agua con respecto a otros materiales. El hielo de agua representa de 10 a 15% de la materia sobre la región (abajo a unos pocos centímetros de profundidad) estudiada por VIRTIS y parece estar bien mezclado con otros materiales. El equipo utilizó sensor de microondas de Rosetta (MIRO) para calcular que la misma región estaba emitiendo 3% del vapor de agua total emitida por el cometa en ese momento.
Rosetta es capaz de rastrear los cambios en el tiempo a pequeña y gran escala, y el equipo está analizando los datos recogidos en los meses en que Rosseta se encontraba en el punto de mayor acercamiento para ver qué efecto había tenido el aumento de actividad en el ciclo de agua-hielo. Si bien estos resultados iniciales sólo proporcionan una visión de funcionamiento interno del cometa, los científicos de Rosetta esperan comprender mejor los procesos involucrados.
Fuente: Nature
