Continuamos explorando las posibles causas de por qué no tenemos pruebas científicas de vida en otros planetas, aunque la estadística diga lo contrario. ¡A por ello!
Si te perdiste la primera parte, puedes leerla aquí. Si ya la leíste, ¡Continuemos con nuestro análisis!
¿Es posible que haya vida en otros planetas y no nos hayamos dado cuenta? Hay tantas estrellas tan solo en nuestra galaxia que resulta impensable que solo nuestro planeta, entre todos los que existen en el universo, albergue vida. Pero en lugar de pensar que estamos solos, más bien pensemos que estamos limitados. Quizás sí que haya mucha vida en el universo, pero están fuera de nuestro alcance porque estamos limitados por una barrera: La velocidad de la luz.
La expansión del universo y el problema de las distancias
El universo está en expansión. Y no hablo solo de que las galaxias y planetas se separan los unos de los otros. El universo literalmente se está expandiendo. Esto significa que se está «fabricando» espacio vacío entre los objetos y esto ocurre tan rápido que muchos de los objetos del universo estarán siempre fuera de nuestro alcance, por más que encontremos una forma de viajar a la velocidad de la luz.
Aquí me voy a apalancar un poco en la ciencia ficción. Para poder explorar el universo, sería necesario encontrar la manera de trasladarse de manera instantánea de un lugar a otro del espacio, de lo contrario estaremos confinados únicamente a nuestra galaxia, y, aun así, solo podríamos recorrer una parte si viajamos a la velocidad de la luz.
Esta puede ser una de las principales razones por las cuales otra civilización no se ha puesto en contacto con nosotros. Quizás la posibilidad de trasladarse de forma instantánea está reservada solo para libros y películas. Quizás las otras civilizaciones están en lugares inalcanzables para nosotros y nosotros estamos en un punto inalcanzable para ellos. O probablemente sea muy difícil para la vida inteligente llegar a cierto nivel tecnológico.
Las grandes extinciones de la tierra: El problema de los filtros
Casi el 99% de la vida en la tierra se ha extinto. Aunque parezca mentira, ha costado mucho trabajo a la evolución traernos hasta aquí. Ha habido cinco grandes eventos que provocaron la extinción de gran parte de la vida en la tierra. Sin embargo, y afortunadamente, la vida ha encontrado su camino y ha logrado repoblar el planeta. Esto puede dar indicios de algo bastante aterrador: Es bastante difícil que la vida prospere incluso en condiciones «ideales» como las nuestras.
Si bien contábamos la semana pasada que nuestro planeta se encuentra en «condiciones ideales», es decir, a la distancia correcta de su estrella y con suficientes elementos químicos, contando el agua, para que la vida prospere. Sin embargo y pese a todo esto, la vida en la tierra podría haber terminado cinco veces en los últimos millones de años. Las cinco extinciones masivas acabaron con casi todas las especies, incluyendo los grandes y resistentes dinosaurios. Esto nos indica que, probablemente, otros planetas no tuvieron tanta suerte como nosotros.
Quizás a nuestro alrededor haya ruinas de civilizaciones que han perecido a causa de eventos catastróficos, solo que no podemos verlas porque no contamos con la tecnología suficiente. Quizás exista algo que hace cada vez más difícil que la vida prospere en un planeta. A esto, algunos investigadores le llaman «filtros» y aunque nosotros hemos pasado varios, no sabemos si más adelante nos esperen algunos más.
Los niveles evolutivos y los tipos de civilización
Hemos hablado hasta ahora de por qué no hemos detectado vida. Pero, ¿Y si la vida no quisiera ser detectada? ¿Es posible que exista una civilización increíblemente avanzada que nos observa y no quiera que sepamos de su existencia? Parece sacado de un libro de ficción, pero es una posibilidad que no podemos descartar.
El universo tiene más de trece mil millones de años, según lo que los científicos han podido calcular con las herramientas y conocimientos que tenemos. Este es tiempo más que suficiente como para que la vida haya prosperado en algún otro lugar ¿Cierto? ¿Te imaginas que esta civilización primigenia haya logrado desarrollar una tecnología tal que le permita observar la proliferación de la vida en otros planetas y controlar su evolución? Probablemente, si detectan que una especie se puede convertir en una amenaza para el resto de la vida en el universo, simplemente la liquidan.
Esta civilización sea probablemente una civilización tipo III según la Escala de Kardashov. Esta fue una escala propuesta por el astrofísico ruso Nikolái Kardashov para medir el grado de evolución tecnológica de una civilización. Según esta escala, las civilizaciones tipo I podrían aprovechar toda la energía disponible en su planeta, las de tipo II podrían aprovechar la energía de su estrella y las de tipo III podrían aprovechar la energía disponible de su galaxia. Nuestra civilización se encontraría en un 0,72 y podría alcanzar el tipo I en unos pocos cientos de años.
¿Una civilización tipo II descubierta?
Desde hace algún tiempo se descubrió algo inusual en una estrella ubicada a unos 1.500 años luz de casa. Mientras estudiaban la estrella KIC 8462852, una estrella muy parecida a nuestro sol, en busca de planetas con el método del tránsito, descubrieron que la variación de luminosidad, que debería ser menor al 1%, era de un 20%. La estrella perdía un 20% de su brillo y no lo hacía a un intervalo regular, como se esperaría si es un cuerpo celeste lo suficientemente grande para eclipsar 20% de la luz de una estrella.
De ahí han brotado una enorme cantidad de teorías, incluyendo la posibilidad de que haya, desde escombros de una civilización desaparecida hasta una esfera de Dyson a medio hacer a su alrededor. Sin embargo, los científicos barajan otras opciones, pues, aunque los aliens son una posibilidad, si existe una respuesta más verosímil, quizás esa sea la correcta.
De hecho, en un estudio reciente se presentó que la explicación podría ser que un gran objeto, quizás del tamaño de un planeta como júpiter o varios más pequeños como una luna, impactaron contra esa estrella haciendo que su brillo aumentara mientras consumía los escombros del planeta. Luego, cuando el material es quemado, se lanzan ráfagas de plasma que podrían explicar los cambios en la luminosidad. Esto continuaría así hasta que el material haya sido consumido totalmente en cuyo caso la estrella volverá a su brillo normal.
En los próximos años estarán observando la estrella y si estas predicciones corresponden con el comportamiento de la estrella, estaremos otra vez en el inicio, sin ningún indicio de que exista más vida inteligente en el universo.
La semana que viene abordaremos un tema igual de interesante y directamente relacionado con todo esto. Porque si muchos se preguntan si hay vida en otros planetas, algunos otros se preguntarán si nos conviene encontrarnos con una civilización tecnológicamente más avanzada que nosotros. ¿Qué pasaría si son hostiles? O peor aún, si las diferencias culturales entre nosotros mismos producen guerras mayúsculas, imagínate lo mismo a nivel interplanetario. Entonces, ¿Deberíamos seguir intentando contactar?
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